domingo, 9 de agosto de 2015

En un aeropuerto

        Por esas casualidades de la vida, que te llevan a sitios que tal vez no planeas, termine en un aeropuerto acompañando a mi prima Zandra a despedir una amiga que volvía a España, luego de sus vacaciones acá en Venezuela, la amiga de mi prima es de venezolana, pero con un tiempo ya radicada fuera del país, la cosa fue que el llegar, meterse en la atmósfera de la familia en despedida, esa dinámica de hacerse el fuerte y parecer tranquilo, para que el otro no se sienta mal y así, hablar de cosas sin mayor importancia para distraer sobre el tema real que todos quieren decir, pero ninguno es capaz de tocar; mas no solo ellos, una rápida mirada al aeropuerto y pude ver que la situación se repetía bastante, lo cual no se por que, pero me movió como un terremoto, tal vez fue el pensar en el hecho de que se acerca mi hora de despedirme de mi familia y amigos, de pensar en que a pesar de tener toda mi vivida viviendo en continuos cambios, de colegios, grupos, ciudades, muchos tal vez piensan que mis raíces son pocas o cortas, pero con el pasar de los años me he dado cuenta de algo, que hasta me sorprendió a mi mismo, y es el hecho de que a pesar de no estar arraigado completamente en un sitio, mis raíces son enormes y profundas, el hecho de mudarme constantemente y cambiar ambientes no hizo que olvidara o cambiara los sitios, no quiere decir que no echara raíces y he visto que en cada sitio que he estado tengo amigos, cariños, cuentos y memorias, que me hacen ser quien soy, y muy probablemente fue eso, el hecho de tener unas raíces tan fuertes, lo que hizo que por un momento me sintiera en los zapatos de aquella amiga cuando por ultima vez en mucho tiempo abrazo a su mama y no pudo contener mas las lagrimas y junto con las suyas se escaparon las mías y en aquel aeropuerto sentí esa despedida de la amiga como si fuera la mía, de verdad no fue fácil y no puedo mas que imaginarme como se sentía, a pesar de todo y que era la primera vez que la veía, la abrace fuerte y le desee lo mejor, muchas veces en estos casos un abrazo es lo mejor que podemos decir. Pensar en ella y en todos mis amigos que están fuera, en todos los que viven fuera de su país y de verdad no es nada fácil irse y dejar a los tuyos, creo que ese ha de ser el momento mas duro de todos, la despedida y lamentablemente, lo estamos viviendo dia a dia.     

        Los jóvenes y no tan jóvenes están partiendo en busca de la promesa de una vida mejor, de calidad de vida, de seguridad,  de tranquilidad; cosas que deberían ser una realidad garantizada para todos y cada uno de nosotros y que lamentablemente, en este nuestro país, que fue en algún momento donde muchos inmigrantes consiguieron esa promesa, ya no exista y la única salida posible sea emigrar, por eso, realmente por eso, me sentí tan triste en un aeropuerto.