lunes, 16 de mayo de 2016

Un gocho se reconcilia con Caracas

        Para arrancar con este post, debo comenzar por el principio, yo, soy de Mérida, Venezuela, capital del estado Mérida, una ciudad hasta hace poco muy tranquila, que se conoce a nivel mundial por tener el teleférico mas alto y largo del mundo, ser una ciudad universitaria y por ser el único sitio en Venezuela en donde neva (aunque no en la ciudad como tal). En esta ciudad nací, me crie hasta los 10 años, tengo parte importante de mi familia, vive mi mamá, la mayoría de mis hermanos y gran parte de mis mejores amigos, es también conocida como la ciudad de los caballeros, su nombre completo es Santiago de los Caballeros de Mérida y su gente es internacionalmente reconocida por ser amable, gentil y trabajadora.

    Es una ciudad pequeña, de pocas calles, sin grandes avenidas, propensa a las colas, pero una ciudad de un clima agradable, que permite que puedas hacer las cosas caminando, con muchos espacios verdes, de bonitas plazas para el esparcimiento y cuna de nacimiento o adopción de ilustres poetas e intelectuales. Una ciudad pequeña, pero cosmopolita, con muchas mezclas.



    Aunque he vivido en varias ciudades de Venezuela, mi corazón está anclado en ella, allí entre sus montañas, en donde amanece más tarde por lo alto de las montañas y anochece más temprano y con un bello sol de los venados.

    Ahora, dicho esto, entremos un poquito más en lo que es el tema del post de hoy, que es mi reconciliación con Caracas, la ciudad en la que vivo ahora, una ciudad con muy mala fama, de la que se habla por sus altos índices de criminalidad e inseguridad, una ciudad llena de colas, corre corre, ajetreos y demás, que solo es agradable para los caraqueños. El punto es, que esa manera de verlo, es la manera general de las personas del interior, no lo digo solo por mí, sino por la mayoría de las personas que no viven en Caracas e incluso, muchos que viven acá y viven con miedo y zozobra, ojo, quiero recalcar que no digo que Caracas no es una ciudad peligrosa, pero, lamentablemente todo el país se ha tornado peligroso, incluso Mérida, que era una de las ciudades más tranquilas y seguras.

    Hablo de reconciliación, porque al mudarme para Caracas venía con una serie de sentimientos encontrados, nunca antes había querido vivir acá, pero era vivir acá con mi esposa o vivir separados, así que me arme de valor y me vine. Los primeros días fueron extremadamente estresantes, a parte de la paranoia sembrada, el hecho de no conocer da una inseguridad terrible, el pensar que si cruzas en una calle que no es, vas a quedar en medio de un tiroteo o vas a dar a un barrio candela y cosas así hace que de miedo salir sin alguien que conozca. Lo que hizo que salir solo las primeras veces de verdad fuera un calvario, pero en cierta forma el salir solo también fue parte de la cura, tener que resolver, decidir a donde ir y cómo hacerlo, si caminar, agarrar camioneta o el Metro, o cualquier otro medio te ayuda a ver las cosas desde otro punto de vista (al menos para mí fue así) ya que era o salir solo y aprender o quedarme encerrado, así que tocó aprender y de a poco ir conociendo por ensayo y error, cosas como que por terco camine como un loco perdido para hacer una diligencia, pudiendo haber ido en el Metro, ya que solo me quedaba a una estación de distancia, en fin, cosas como esa te van mostrando la ciudad de verdad, no la que te venden los medios, las noticias y la gente que de verdad apuesta a que la gente tenga miedo.

    Así que cuando empecé a salir y a ver por mí mismo, pude ver lo bonita que es la ciudad (a pesar de las cosas malas que hay en todas partes), pude ver que si tienes un mínimo de sentido común puedes andar por la calle sin ser víctima del hampa y pude empezar a conocer a la Caracas de verdad, la que está llena de gente que trabaja incansablemente para salir adelante, la que tiene una increíble cantidad de sitios hermosos, la que está dispuesta a hacerte sentir en casa, aunque seas un extraño. Anteriormente en Cada quien comulga con lo que le parece hable sobre una ida al Ávila y fue una de las cosas que me marco he hizo que hiciera catarsis con todas las cosas negativas, la energía del sitio y la actitud de la gente es otra cosa, hasta parece una realidad alterna.

    Esta semana hemos decidido mostrarles mi reconciliación con Caracas, para mostrar en primera persona lo que decíamos en 10 razones para venir a Caracas y que pues básicamente hemos mostrado en cada una de nuestras publicaciones, así que decidimos ir a PDVSA la estancia un sitio que de verdad es un oasis dentro de la ciudad y el que no lo conozca, debe visitar apenas tenga la oportunidad, nos fuimos en Metro, nos quedamos en la estación de Altamira y salimos por la plaza Francia, en donde había casualmente una actividad cultural y una chica cantando, que era un espectáculo (en el video se puede ver un poquito) y grabamos en el Metro, en la estación, al salir, y aunque habíamos pensado grabar solo en PDVSA la estancia comenzamos a grabar desde ahí, caminando en la calle, para que puedan ver que lo que decimos es verdad, solo que #NoDePapaya es decir, si vas a un sitio que sabes que es peligroso, no saques el celular, evita cargar cosas llamativas de valor como cámaras, celulares y cosas así, porque todas las ciudades del mundo tienen sitios peligrosos y Caracas no es la excepción, así que con un poquito de sentido común, podemos evitar bastante.



    De hecho, la fusión con FercholateTv nace de una visión en común, de querer mostrar que Caracas no es tan mala como la pintan y de que el venezolano ahora es que tiene cosas buenas para resaltar, por eso nos hemos enfocado en mostrar lo bueno, lo bonito y lo que vale la pena, estamos empezando por Caracas, porque como ya lo he dicho, es lo que podemos hacer por el momento, pero aun nos faltan muchas cosas por mostrar, recuerden que este es un viaje que estamos empezando junto a ustedes y esperamos poder llevarlos a conocer todo lo bueno que tiene este hermoso país para ofrecer a propios y extraños.

    Por último, quiero decirles que siempre lo desconocido nos va a causar desconfianza, pero, depende de nosotros el cómo lo manejamos, Caracas es una ciudad hermosa, llena de gente amable, solidaria, buena gente, llena de venezolanos chéveres y trabajadores. No duden que los buenos somos más, no dejemos que unos pocos jueguen a crear matrices de opiniones negativas sobre nosotros mismos, no formemos parte de campañas que muestren hechos aislados como realidades del día a día, no seamos parte de campañas amarillistas, cambiemos el disco y reforcemos lo bueno, lo bonito, lo que vale la pena... Nosotros ya empezamos y tú?

6 comentarios:

  1. Todos tendemos a pensar que vemos las cosas como son,que somos objetivos.pero no es así. Vemos el mundo, no como es,sino como somos nosotroso o como se nos ha condicionado para que lo veamos.y pienso que cuando opinan para describir lo que ven, se describen así mismos como jóvenes con mente sana capaz de percibir las imágenes del mundo con los ojos del alma. Les deseo lo mejor y sigan adelante que el camino es largo, productivo y preñado de sorpresas maravillosas para los tres. Exito

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    1. Gracias infinitas, sabes que nuestros exitos siempre seran en parte tuyos, te amo!!!

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  2. Excelente!!!
    Sin duda es un esfuerzo admirabley digno de apoyar. Venezuela es hermosa, y tienes razón, lis buenos somos más.
    Te auguro sólo éxitos.
    TQM

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  3. LOs buenos somos mas. Me encanta esa frase, porque es parte de lo que creo.
    Hace falta optimismo, gracias por recordarnoslo.
    Te amo

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