Manos maravillosas

    Hola gente, el post de esta semana se trata sobre un fin de semana maravilloso que pase con mi mamá y mi hermana Eva, ellas vinieron a Caracas para participar de una exposición en PDVSA La Estancia fue la 12 Edición  de la Expo Feria de Jugueteros y es en la primera que participa mi mamá. De verdad fue una experiencia mágica, primero porque el trabajo de los jugueteros participantes es increíblemente hermoso, el asombro de los asistentes es contagioso y digo asistentes, porque no solo los niños se asombraban, incluso vimos varios casos en que los padres compraban para los niños y para ellos.

    El viernes llegaron mi mamá y mi hermana desde Mérida, arrancaron el viaje a las 5 de la tarde del jueves y estaban llegando a Caracas a eso de las 10 de la mañana del viernes, a pesar de lo forzado del viaje llegaron con buen ánimo, las fui a buscar en la Bandera y de ahí vinimos al apartamento, en donde se bañaron y cambiaron para salir a comer. No podía ser de otra forma, saben que Mary y yo somos felices comiendo.

    Luego, para aprovechar el poco tiempo que estarían en la capital, dejamos a mi mamá en el apartamento y nos fuimos a pasear un poco, Mary tenía que ir al odontólogo, así que pues la acompañamos, en lo que nos tardamos un poco más de lo que nos hubiese gustado, pero así aprovechamos Eva y yo de hablar un poco (del odontólogo no tengo fotos jajajaja).

    Ya de ahí pues estábamos libres y decidimos ir al centro, nos quedamos en Capitolio y fuimos a Plaza Caracas, que a mí me encanta, me parece una obra de arte, de ahí pasamos por el Teatro Nacional (no pudimos entrar, estaba cerrado) y caminamos hasta la casa del Libertador, en donde a pesar de ser un poco tarde nos dejaron pasar y pudimos dar una vuelta en una visita de médico. 

    También logramos entrar al Museo Bolivariano, en donde también muy rapidito pudimos ver las exhibiciones y entre risas y bromas pasamos un rato bien agradable, además debo confesar que a pesar de tener lo que va de año en Caracas y haberla visitado antes unas cuantas veces nunca había entrado a estos sitios, que forman parte de nuestra historia y están llenos de obras de arte increíbles. 

    Como andábamos a pie y corriendo para que los tiempos nos cuadraran estábamos exhaustos y acalorados, así que decidimos entrar a un sitio a tomarnos algo que mitigara el calor, que a pesar de que tenía tres días lloviendo y aún lo hace, ha estado haciendo calor. 






   
    Y bueno, ya de acá se nos hacía tarde y nos fuimos al apartamento, aprovechando de pasar por los sitios bonitos que había en el camino, como la plaza y la Iglesia de la Candelaria, en donde solo entramos un momentito y continuamos, Luego del viaje de unas veinte horas en bus no es fácil pasar todo el día caminando, pero Eva se portó como toda una campeona, nos encantó poder compartir con ella y esperamos que se repita.

    Ya se vino el sábado y a pesar de la lluvia se llegaron tempranito a la Estancia para montar el stand y armar la exhibición, lo que les quedo genial, para quienes me siguen en las redes sociales pueden ver en Instagram y en Facebook un video que hicimos para Callejiand0 en el cual mi mamá cuenta un poco sobre su trabajo y la historia de los amigurumis que esta bien interesante (por cierto es sorpresa y no se lo digan a nadie, pero pronto estaremos estrenando canal de Youtube de Callejiand0).  

    De por sí, el solo hecho de participar en la Expo y compartir con gente tan talentosa de todas partes del país, súper amables y solidarios, quienes nos recuerdan lo bonito que es esté país y su gente, ya era una ganancia, pero además de eso, había una competencia entre los expositores, con una pieza de su trabajo alusivo al Generalísimo Francisco de Miranda, ya que esta edición de la Feria se celebró en su honor; en la cual participo mi mamá con un amigurumi que hizo de Miranda y se llevó el segundo lugar. 

   Y a pesar de la enorme alegría y orgullo que puedo sentir de que mi mamá haya ganado semejante premio, nada se compara con una hermosa niña que se llevó uno de los amigurumis de mi mamá y le dijo que tenía unas manos maravillosas y que hace los tejidos más fabulosos del mundo, gracias mami por regalarle un poquito de magia al mundo y permitirme ser parte de ello. Momentos como este fin de semana son los que te recargan las baterías y te ayudan a seguir entrompando la vida con todo, no olvidemos nunca que por dura que sea, la vida es bella. Nos leemos el lunes que viene, se les quiere.