lunes, 15 de agosto de 2016

Un país en el que queramos vivir

    El post de hoy es sobre la lucha constante que vivimos los venezolanos actualmente, Venezuela se ha vuelto un país en el que vivir es un sacrificio extremo. Es difícil mantener el optimismo, cuando en cada esquina del centro en donde hay bolsas de basura ves a un grupo de personas revisándola y comiendo lo que consiguen de ella, personas que se nota que no están en situación total de calle, que su ropa refleja que intentan tener un poco de dignidad, que su conducta refleja buenas costumbres y me explico en esta, los indigentes, comúnmente al romper una bolsa de basura, la riegan y se van, esta gente abre la bolsa con cuidado, busca en su contenido, saca lo que considere, recoge todo y se va. El ver esto no es fácil, pero tampoco lo es trabajar todos los días, para cobrar un sueldo que no cubre las necesidades básicas, que hay que elegir entre que comida es más importante para hacerla, que no importa cuánto te midas en gastos y ahorres lo más que puedas, a la gran mayoría de los venezolanos el sueldo del mes no cubre más de una semana de comida.

    Es muy difícil ver como la única esperanza de todos lo jóvenes y no tan jóvenes se ha vuelto el emigrar, porque de paso no es solo si produces o no suficiente dinero, porque si no lo haces, obviamente tu situación es precaria, las colas para conseguir los productos regulados son cada día más largas y menos seguras, tanto por la incertidumbre de no saber si los productos alcanzaran, como por el hecho de que en muchas colas la desesperación, el hambre, la impotencia y demás sentimientos que se acumulan en quienes están en la cola llegan a puntos de ebullición y si a esto le sumas la inseguridad creciente, que en las colas si no te roban llegan en combo los bachaqueros a colearse, el resultado no puede ser bueno.

    El miedo se ha vuelto un compañero habitual de todas las personas que trabajan día a día para ganarse con que sobrevivir en un país en el que cada día se hace más difícil, en donde los dirigentes políticos no persiguen más que mantener por el mayor tiempo posible ese poquito de poder, aun si para conservarlo debe asfixiar a todos aquellos que en algún momento creyeron en el para ser su voz, han dejado de representar a los muchos para llenar a manos llenas sus bolsillos y es terrible ver que haya aun quien es capaz de defenderlos.

    He dedicado este blog a demostrar las cosas buenas, a resaltar lo positivo, ya que de lo negativo se encargan muchos, pero esto no es negativo, esta es la realidad que vivimos. Aun así quiero invitar a todos los que lean esto a que no pierdan la esperanza, a que no dejen de luchar, que siempre hay una salida y debemos buscarla y encontrarla, aunque todo se derrumbe, no podemos derrumbarnos nosotros, y créanme, sé que no es fácil, sé que hay días en los que parece que no damos más, que nada tiene sentido y que solo quisiéramos que todo termine; pero SI podemos más, no debemos desfallecer, no podemos dejar que la situación nos gane. La solución no es la misma para todos, cada cabeza es un mundo, pero sí sé que en la unión esta la fuerza, que si en lugar de querer subir pisoteando a los demás, nos damos la mano y nos ayudamos, podemos llegar más lejos, todas las cargas son menos pesadas si las compartimos. Tratemos de ayudar con lo que podamos, a veces una sonrisa, un abrazo, una palabra de aliento, pueden cambiarle la vida a alguien. 


    Los venezolanos somos chéveres, solidarios, buena nota y un sin fin de cosas buenas más, demostrémoslo. Ninguno sabe las cargas que llevan los demás, así que tratemos a todos como quisiéramos que nos trataran. Solo el trabajo duro en equipo y los buenos valores nos llevaran a recuperar e incluso crear un mejor país en el que queramos vivir y no del que queramos escapar.

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